Sunday, May 25, 2008

¡Cuando tomas vuelito!

Con gusto y sincera ansiedad me he dispuesto a retomar la bici de mis narraciones, mirando siempre de reojo hacia las marcas de nuestro andar. Hoy me dedicaré a publicar aquellas gélidas y romanticas madrugadas en que las estrellas anunciaban su partida mientras mi corazón no dejaba de remolinarse en si por las vivencias que le había ocasionado el pasado día. El alma mia siente de nueva cuenta ese mareo tal como dejaba el columpio justo antes de llegar hasta arriba y regresar para tener más impetu. -¡Dale más, dale más!...- y yo le hago caso.


Desperté en México

Tengo un obsesivo pensamiento que no deja de aquejarme y es que aunque trato de darle algún sentido, alguna reflexión formal o por lo menos una idea franca que pudiese defender o de lo cual tenga un sentimiento que deje de perturbarme, no me es posible formular dicha empresa. Vaya todo comienza en una mañana fresca de verano o una muy fría en invierno; me levanto de ese eterno despertar tan complejo... a veces creo que despertar es un momento trágico mientras que otras tantas creo, es un impulso de vida, pues tanto el dormir como el despertar son actos que nos dan la mencionada semejanza al viejo, es como morir a diario pero siempre en recuerdo, siempre existe ese instante que nos recuerda que aun no es tiempo de la levedad en que el cuerpo ha de ser un estorbo, en el que nuestros despojos y caprichos se encuentran bien avenidos, donde las palabras son confusas pero los sentimientos son tan latentes. El tiempo se aparta.

México es un país del tercer mundo pero no por ello la gente deja de soñar, ya no hay cabida para un lugar donde el soñar nos cause mareos, nos de vértigo. Los sueños se vuelven anhelos y en ellos se aferran todas las esperanzas y se hacen firmes, pero siempre están muy altos, o son muy grandes y no pueden volar; Y los mareos, esos los causa la pobreza y la torpeza de sentimientos y un organismo que fagocita los anhelos. Pero vamos, México es un buen lugar para haber sido concebido, el sol es calientito y las lluvias refrescan la tierra, a veces hace mucho frió pero uno se cobija con la charla de los amigos: - ¿Qué pasó cabrón?, que pinche frió. Está de la chingada…

No comments: